Políticas fiscales atractivas

Una de las razones más convincentes para que empresas e individuos elijan Dubái es su favorable régimen fiscal. No hay impuestos sobre la renta personal, y las tasas de impuestos corporativos son competitivas, lo que permite tanto a los residentes como a las empresas maximizar sus ganancias. Además, Dubái cuenta con varios tratados de doble imposición, lo que aumenta aún más su atractivo para los inversores extranjeros. Este entorno fiscal favorable no solo atrae a expatriados y emprendedores, sino que también fomenta la reinversión de las ganancias en el crecimiento y desarrollo empresarial.